Los hinchas de River tienen sentimientos encontrados con Maxi López: por un lado cariño por el delantero que surgió de las inferiores del club y siempre manifestó su fanatismo por la banda roja; y por otro, el recuerdo del penal fallado en la definición de la Copa Libertadores de 2004.

Su recorrido por el fútbol brasileño -jugó en Gremio y Vasco- le permite analizar el funcionamiento del Flamengo, la sensación de la Copa Libertadores.