La carrera de Didier Deschamps, el hombre que le dio dos copas del mundo a Francia

Nota Goal: 

Didier Deschamps fue descartado y considerado como un simple 'aguador'.

Era una tarea muy sencilla, un papel reservado para aquellos que no tenían talento para mucho más.

Los hombres como Deschamps eran buenos trabajadores, acostumbrados a cargar por sus superiores; superiores como Cantona.

Pero ese joven trabajador iba a forjar su propio destino, encontrándose a sí mismo con el paso del tiempo hasta convertirse en una gran estrella. Después de todo, como proclama el dicho francés, Deschamps nació bajo un "bonne etoile".

Creció en Bayona, en el suroeste francés,  y de niño jugó a rugby hasta que su fútbol dejó de pasar inadvertido para los ojeadores locales. Inlcuso de joven, su resolución, inteligencia táctica y compromiso quedaban de manifiesto.

Deschamps fue el primero en admitir que, de joven, su talento no le iba a garantizar una carrera en el fútbol.

"Creo que Didier es un ejemplo para los jugadores que quieren triunfar aunque Dios no les haya dotado con un talento especial", dijo sobre él al 'Independent' Franck Leboeuf, ex-compañero suyo en el Chelsea y en la selección de Francia.

Y Deschamps coincide. "Nunca iba a ser un jugador del talento de [Zinedine] Zidane o [Alessandro] Del Piero", dijo él mismo a 'The Cambridge Student. "Así que compensé mis carencias trabajando mucho y ayudando a mis compañeros en todo lo que pude".

Después de crecer en las categorías inferiores del club de la región vasca, Deschamps logró fichar por el Nantes, donde tuvo de mentor a Jean-Claude Suaudeau, que le hizo debutar en la Ligue 1 en 1985.

Jugó más de 100 partidos de Ligue 1 para ese equipo antes de dar su primer gran saltó en 1989. Entonces fichó por el Olympique de Marseilla, donde coincidió con Cantona y donde ganó dos títulos de Ligue 1.

Deschamps jugó 17 partidos de liga en su primera temporada en el equipo y el Marsella le cedió al Girondins de Burdeos antes de regresar en la temporada 1991-92. Ya entonces, solo se perdió dos partidos de liga y el Marsella ganó el título.

Consolidado en el centro del campo, Deschamps destacó como pivote. Brilló con luz propia en la UEFA Champions League de la siguiente temporada y capitanéo a su equipo para ganar al gran AC Milan de Fabio Capello en la final.

Un escándalo de amaño de partidos sacudió al club y al fútbol francés en general. Al Marsella le privaron de defender su corona europea y, en 1994, les descendieron a la Ligue 2.

Para entonces, la etapa de Deschamps en Francia había llegado a su fin. Llegó a Italia de manos de la Juventus con dos títulos de Ligue 1 y más de 250 partidos a sus espaldas.

Ya hacía tiempo que había debutado como internacional y estaba a punto de ejercer un rol de liderazgo en la selección. Asumió entonces la capitanía, tomando el testigo de un polémico Cantona. Desde entonces, ese hecho podría haber afectado a su relación personal.

Mientras Cantona no volvió a jugar para Francia nunca más, Deschamps fue el capitán en el Mundial que ganaron 'Les Bleus' como anfitriones en 1998 y, posteriormente, la Eurocopa dos años más tarde.

El menudo centrocampista bayonés había conseguido llevar el agua a la tierra prometida. "No puede haber artistas en todos los sitios", dijo Leboeuf. "Necesitas jugadores que trabajen por otros... Y nadie lo hace mejor que Didier".

Deschamps había crecido hasta lo más alto. "El año 1998 fue sin duda no solo el mayor honor de mi carrera profesional, sino de toda mi vida", dijo Deschamps, el nuevo mariscal de Francia.

Pero la historia le tenía otro gran capitulo para su vida: Como DT le dio la segunda copa del mundo a Francia. Sin dudas, un hombre sellado por la gloria.