Fútbol argentino, no lo entenderías. Este domingo se jugó el clásico platense y ocurrió un hecho muy particular que mantuvo el encuentro detenido por varios minutos. 

Es que, cuando el plantel llegó al banco de suplentes se dieron cuenta que estaba lleno de sal, como una señal de mal augurio o brujería para los más creyentes. 

Aparentemente fue obra de los hinchas de Gimnasia, quienes también arrojaron sal en el arco defendido por Mariano Andújar. 

"Está cara la sal", bromeó el Chirola Romero, tratando de ponerle un poco de humor a la situación.

Al parecer sirvió la brujería porque gimnasia le ganó estudiantes después de 13 años.