Ocurrió en el encuentro de la Reserva entre el puntero Estudiantes de La Plata y Atlético Tucumán cuando el número 10 de la visita recibió un rechazo en mitad de la cancha, se acomodó y sacó un violento derechazo para anotar el segundo tanto.

Lo insólito sucedió después del festejo del golazo con todo el equipo abrazado porque la árbitra Salomé Di Iorio decidió sacarle una segunda tarjeta amarilla al autor del tanto a pesar de que no había hecho nada incorrecto, lo que decretó su expulsión.