La vergüenza, la impunidad, el escándalo y el papelón vuelven a golpear al fútbol argentino. El último caso de se dio a conocer este martes, cuando el periodista Gustavo Grabia reveló el verdadero motivo del llamativo cambio de horario del partido que jugarán River y Estudiantes, por la novena fecha del campeonato, a jugarse en la cancha de Huracán.

Como el corriente torneo retrasó su inicio casi un mes por la inoperancia de los dirigentes de AFA, el 'Millonario' no iba a sufrir un cambio de su localía por el recital de la banda estadounidense Guns N' Roses. Pero finalmente esto ocurrió, y este fin de semana hará de local en la cancha del 'Globo' nada menos que ante el líder.

El partido estaba pactado para las 20, pero se adelantó cuatro horas para que la barrabrava de River y algunos de sus dirigentes puedan llevar a cabo su tradicional negocio con los recitales.

Según Grabia, la barra riverplatense cuenta con tres mil entradas para revender el sábado, en lo que será el segundo y último show de la banda de rock en el país. Además, tendrá dos molinetes liberados para hacer ingresar a la gente "a cambio de 500 pesos sin tickets".

"Este negocio sólo lo pueden hacer estando ahí. Se estima que tendrán una ganancia de unos tres millones de pesos por los molinetes liberados y la reventa de entradas", agregó el periodista, en 'Indirecto', de TyC Sports.

Grabia acusó que "tres jefes de la barra, el gerente del estadio y el de sistemas, más dos policías, están procesados por una causa similar de hace seis meses".

Para dar fe de ello, la prueba fue las entradas de protocolo, sin costo, que publicó la hermana de Juan Carlos Lequizamón, uno de los barras de River, en Twitter.