Huracán dejó atrás el mal trago del empate agónico que sufrió en el clásico contra San Lorenzo. Con goles de Andrés Chávez e Ignacio Pussetto, venció como visitante a Temperley por 2 a 1 y se consolidó en la zona de clasificación a las copas internacionales. De paso, hundió aún más al Gasolero, que acumula ocho partidos sin ganar y está prácticamente sentenciado a descender de categoría.

Olvidado de la lucha por la permanencia, el club de Parque Patricios se sintió cómodo desde el comienzo con la desesperación del local, urgido por sumar. La mala fortuna se posó sobre el más necesitado. El reloj marcaba que se jugaban 16 minutos del partido cuando un pase inofensivo se desvió en Adrián Arregui y se convirtió en asistencia para Chávez; al igual que en el clásico ante San Lorenzo, el ex Boca y Banfield definió de forma implacable para adelantar a Huracán. Desde que se puso en ventaja, el equipo dirigido por Gustavo Alfaro renunció a la pelota y se refugió en la solidez de Marcos Díaz.

La tensión del partido se concentró durante un pasaje del primer tiempo sobre Germán Delfino. A los 29, Fernando Brandán quedó mano a mano con Díaz y buscó el contacto con el arquero; era una jugada muy fina, pero el árbitro no compró. La segunda fue a los 33, cuando cobró una falta de Emiliano Ozuna sobre Hugo Nervo en el instante exacto en el que Giordana marcaba el empate. Dos fallos acertados que desataron la furia del Beranger. Abstraído de la tribuna, Delfino echó al DT del Gasolero, Gastón Esmerado, por protestar airadamente en esa jugada.

A esa altura era todo de Temperley pero carecía de suerte, un factor secundario pero vital para su preocupante realidad. Un rebote que no pudo aprovechar Giordana tras un bombazo de Sebastián Martelli y un zurdazo al palo de Ozuna ahogaron el empate del local y agigantaron la figura de Díaz. A esa altura, Temperley era pura impotencia y su público encontraba en Delfino a su chivo expiatorio.

Las chances se sucedieron para el Gasolero, pero no hubo caso. A los 11 recibió la estocada final. Y cuándo no, con autoría de Ignacio Pussetto. El mejor jugador de Huracán en el torneo aprovechó un contraataque y le picó la pelota a Josué Ayala. Un golazo del extremo, que seguramente tendrá destino europeo cuando empiece el receso.

Un gol anulado por offside de Brandán aumentó la angustia. El desahogo llegó a los 34 a través del ingresado Franco Sosa, que marcó su primer gol en primera com un derechazo contra el palo. El pibe de las inferiores le dio vida a Temperley, que fue en busca del empate ante un Huracán que buscó enfriar el partido. No alcanzó para igualar pero sí para que sus jugadores fueran despedidos con aplausos por la entrega.

Equilibrado y contundente, el Globo se llevó tres puntos que le permitieron igualar con 33 unidades a San Lorenzo, el último en zona de clasificación Copa Libertadores que recibirá a Olimpo. En tanto que Temperley quedó a 14 puntos de Vélez y Tigre, que aún deben jugar y son los últimos que hoy se mantendrían en la Superliga.