En la última jornada de la liga italiana de fútbol, Florenzi le anotó un gol al Cagliari y en el festejo saltó los carteles de publicidad y subió hasta el centro de la platea para abrazar a su estimada abuela, quien fue a verlo jugar a la cancha por primera vez.

“Era la primera vez que venía. Es fantástica mi nonna, no había venido ni cuando yo era chico. Esta vez se la bancó y con su edad vino a la cancha. Pero me había aclarado: ‘Voy al estadio, pero saludás’”, reveló luego Florenzi. Tras el abrazo, las cámaras enfocaron a la abuela, quien no pudo contener las lágrimas de la emoción.

El único que no se emocionó con semejante festejo fue el árbitro, Sebastiano Peruzzo, quien por reglamente le mostró la tarjeta amarilla al jugador. Poco le debió importar a Florenzi, quien se dio un enorme gusto.