El español Rafael Nadal agigantó todavía más su leyenda al vencer al suizo Stan Wawrinka por 6-2, 6-3 y 6-1 en la final para conquistar su décimo Roland Garros y su Grand Slam número 15.

Con un tenis estratosférico, digno de sus mejores épocas, Nadal aplastó a Wawrinka durante las dos horas y cinco minutos que duró la final en la cancha Philippe Chatrier, una victoria que le catapulta de nuevo hacia el número uno del mundo. Mañana, saltará del cuarto al segundo lugar del ranking.

A sus 31 años, Nadal superó los 14 Grand Slam de Pete Sampras y ya sólo tiene por delante en la lista los 18 del suizo Roger Federer. Lo que nadie hizo hasta hoy fue ganar diez veces el mismo grande: el idilio de Nadal con el polvo de ladrillo francés dibuja la hegemonía más impactante que conoce la raqueta.

El español coronó así una nueva resurrección. Con la cuenta de grandes parada desde hacía tres años, el zurdo enterró un 2015 en el que las dudas se apoderaron de su mente y un 2016 marcado por una lesión de muñeca. Lo hizo con una exhibición tenística en cada uno de los siete partidos que jugó en París. La última de ellas en el duelo decisivo y ante un jugador, Wawrinka, infalible hasta esta tarde en las grandes finales.