Los líderes de la barra brava de Boca Juniors, Rafael Di Zeo y Mauro Martín, al igual que otros cuatro cabecillas, continuarán presos en Paraguay luego de los disturbios protagonizados en la capital Asunción antes y después del partido del jueves ante Cerro Porteño, por los octavos de final de la Copa Libertadores.

El fiscal Aldo Cantero, que lleva adelante la investigación, adelantó además que los otros 231 hinchas que habían sido detenidos serán expulsados del país bajo amenaza de ser imputados en la causa por "perturbación de la paz pública" en caso que no cumplan con lo ordenado judicialmente, precisó el diario local ABC color.

Di Zeo, Martín, Sebastián Saravia, Elvio Sosa, Jesús Vedoya y Federico Pinochieto fueron encontrados responsables del manejo del grupo, que se trasladaba en cuatro micros por la ciudad y provocó serios disturbios en el barrio de emergencia San Felipe.

Después recibir el impacto de algunos proyectiles sobre los ómnibus, los hinchas 'xeneizes' descendieron y respondieron la agresión a piedrazos (también se escucharon detonaciones).

Posteriormente, los micros fueron requisados, la policía incautó de 73,3 gramos de marihuana, dos gramos de cocaína, conservadoras con bebidas alcohólicas como una caja de champagne, un litro caña de producción paraguaya, 12 litros de vino en cartón de diferentes marcas y un litro de fernet.

Los detenidos quedaron a disposición de la unidad especializada en Seguridad y Convivencia de las Personas, a cargo del fiscal Cantero, quien dispuso que los ómnibus se deriven hasta la sede de la Fuerza Operativa de la Policía Especializada (FOPE).

"En un momento había mucho tráfico. Nos llevaron donde la gente de acá quiso. Comenzaron a caer cascotes sobre los buses y tuvimos que salir", comentó Di Zeo al la prensa. "Nosotros somos los damnificados en esta situación. No ingresamos a ninguna casa, no es así, fue en la vereda. Nosotros no venimos a crear problemas en este país", sentenció.