Juan Mercier, con una inflamación en la cápsula posterior de la rodilla izquierda, y Leandro Romagnoli, que padecía un edema grado 1 en el isquiotibial derecho, no estuvieron ante Banfield y su presencia ante Lanús estaba en duda.

Nicolás Blandi, por su parte, se lesionó justamente en el choque con el Taladro, con un microdesgarro en la zona pectoral, y también era una incógnita para la final.

Pero este miércoles los tres se entrenaron sin inconvenientes y podrán jugar contra Lanús. “Las finales son una mano santa que curan todo. Trabajaron muy bien y van a llegar”, graficó el preparador físico de San Lorenzo, Marcos Alvarez, en declaraciones radiales.

El plantel conducido por Pablo Guede trabajó hoy desde las 10 en el campo de juego del Nuevo Gasómetro. Los jugadores hicieron ejercicios físicos y movimientos tácticos y aún no hay certezas sobre la formación para el domingo, aunque se descuentan los regresos de Matías Caruzzo (por Franco) y Emanuel Más (por Montoya).