Sin dudas las divisiones formativas de Nacional de Montevideo están haciendo buen trabajo, más allá de su histórico mote de ser la cantera inagotable del fútbol uruguayo.

El 'Bolso', el último campeón de la Copa Libertadores Sub 20, acaba de vender al juvenil arquero Franco Israel -de 18 años- a Juventus y este año aceptó una nena en la categoría 2011. 

Se llama Mahia Macías, tiene 7 años, y tras superar un año de muchas pruebas, no solo la aceptaron en Nacional sino que el miércoles jugó su primer clásico ante Peñarol.

Y el regalo fue mayor, también fue capitana y con el dorsal 20 en la espalda (¿en homenaje a Recoba?), convirtió sobre el final el gol que decretó el 2 a 1.

El gol

Nacional perdía 1 a 0 y a poco del final, Thiago -el diez del equipo- había empatado el juego-, hasta que llegó ella, Mahia, para puntear la pelota en el área y mandarla por arriba del arquero para decretar el triunfo y desatar la algarabia en el predio triocolor.

Basta con ver el festejo y el abrazo de sus compañeros, su alegría, las manos llevadas al pecho para formar el corazón con el que le había prometido a su padre Fabio y a su entrenador -Federico García- festejaría si convertía.

Goleadora y capitana de Nacional: la historia de la nena de 7 años que le ganó el clásico a Peñarol

El sueño de la piba

“Cuando sea grande quiero ser jugadora de fútbol”, dijo Mahia en varias notas que le han hecho los medios uruguayos. Y también que le gustaría jugar en España.

Revelación y goleadora de un campeonato de la Liga de Piedras Blancas con su club, Estrella de Oro, la sondearon de Peñarol pero dijo que no, que quería probarse en Nacional, cuadro del que ella y su padre son hinchas.

Para ingresar a Nacional, entrenó y superó pruebas. Primero quedó entre 30 chicos, luego entre 15, obviamente siendo la única niña.

Abran paso que viene un tren

De chica, en Piedras Blancas, un barrio al norte de Montevideo, Mahia probó con patín y otras actividades. Pero a los cuatro años ya comenzó a destacarse con la pelota en los campitos cercanos al hospital, dónde termina el barrio. 

Tanto que sus padres se contactaron con una dirigente de Nacional -Margarita Méndez-, a la que le enviaron videos para que su hija tuviera una prueba de admisión. 

Su capacidad física y habilidad sorprendieron, incluso generó un cónclave entre los responsables del fútbol formativo de Nacional, que finalmente la aceptó e incluyó entre uno de sus proyectos. 

Dicen con desdén 'es fútbol'. Y no es 'solo'. La historia de Mahia es bien de este tiempo, más de allá de ser reflejo de superación, vencer imposibles, ser el protagonista de la película, forma parte de una deconstrucción de la sociedad que también incluye al fútbol. 

Entonces no es solo fútbol, sino mucho más que eso lo que logra la pelota cuando se echa a rodar, imparable, como la historia.