Comenzó la verdadera acción en la mejor liga de básquetbol del planeta, y fue con una paliza: Golden State Warriors abrió las finales de la NBA aplastando a Cleveland Cavaliers por 113-91 en casa, para estirar el invicto en la actual postemporada a 13 encuentros.

Tremendo primer cuarto, que cerró con un espectacular triple sobre la chicharra de Andre Iguodala para que el local se adelantara 35-30. Para el segundo período, hubo lapsos de 10 tantos de diferencia a favor del dueño de casa, que se fue al descanso de medio tiempo arriba, por 60-52.

La paridad se rompió en los terceros 12 minutos, donde en un arranque frenético, Golden State llegó a sacar 20 de diferencia, y si bien LeBron James y Kevin Love apagaron el fuego, los Warriors volvieron a apretar el acelerador y cerraron el período en 93-72.

Las estrellas del campeón de la Conferencia Oeste descansaron en el inicio del último cuarto, aunque la tendencia se mantuvo y el triunfo fue inminente para el anfitrión. El partido se había roto tras el descanso, y Cleveland estuvo lejos de remontarlo.

Sin dudas la figura de la noche californiana fue Kevin Durant, que en busca de su primer título de NBA se despachó con 38 puntos. El otro encendido fue Stephen Curry, que contabilizó 28 conquistas y 10 asistencias, mientras que Draymond Green aportó 9 tantos y 11 tableros.

Por el lado de la visita, LeBron dio la cara por el equipo, y si bien se fue apagando con el correr del partido, terminó con 28 puntos (13 en el primer cuarto) y 15 rebotes. Love registró 15 anotaciones y 21 tableros, al tiempo que Kyrie Irving finalizó con 24 tantos.

De esta manera, el primer juego de la tercera edición de esta final entre Cleveland y Golden State quedó en manos de los Warriors, que se adelantan en la serie que continúa este domingo en el mismo escenario: el Oracle Arena de Oakland.