Fue una noche de Copa accidentada en el Morumbí, donde San Pablo ganó el primer cruce de cuartos de final ante Atlético Mineiro, en un partido que estuvo algunos minutos demorado por un incidente en las tribunas locales.

Ocurrió tras el gol de Michel Bastos. Durante la celebración del tanto por parte de la parcialidad local, una de las barandas de contención cedió, y algunos hinchas paulistas se cayeron varios metros hacia la zona del campo de juego.

Mientras los jugadores festejaban la conquista, enseguida advirtieron que varias personas se habían golpeado, y entonces fueron ellos mismos los primeros en asistir a los heridos. Luego intervino una ambulancia.