Para Lionel Messi, Nicolás Otamendi, en menor medida Sergio Agüero, y en mayor aún Ángel Di María la conquista de la Copa América en el mítico Maracaná ante Brasil significó un desahogo enorme, la posibilidad de dejar atrás años de frustraciones.

Por eso el autor de uno de los goles más gritados en el país en los últimos años se lo quiso guardar para siempre en el cuerpo y le hizo un homenaje en su piel.