La increíble situación la vivió el delantero hondureño Jerry Bengtson, quien tras firmar contrato con el club de primera división Persépolis, quien puede que sea recordado por su paso por Blegrano de Córdoba, donde jugó nueve partidos y marcó un gol a Defensa y Justicia.

De Córdoba pasó a Irán, y allí se enteró y vivió 'in situ' la inédita cábala por medio de la cual su nuevo equipo busca suerte: en el banco de suplentes sacrificaron dos ovejas y los jugadores pasaron por el charco de sangre para mojar sus botines...