Un verdadero hecho insólito en el fútbol ocurrió en la tercera división de Holanda, donde un árbitro marcó un gol.

El juez Maurice Paarhuis estaba muy mal ubicado en un ataque del Hoek, y tras una serie de rebotes, terminó empujando la pelota dentro del arco del local Harkemase Boys.

Afortunadamente, el dueño de casa ganó 4-2 el encuentro, con lo que el gol del árbitro no resultó decisivo para el resultado, aunque igualmente no paró de viralizarse.