Faltaban poco más de dos minutos para que Nuggets consumara su triunfo ante Miami en Denver (fue 113-96 y Campazzo jugó apenas un minuto). El partido estaba liquidado y Nikola Jokic era la figura de su equipo con 25 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias.

Pero al serbio se le salió la cadena fácil tras una falta intencional de Markieff Morris para que no corra el contragolpe. Y reaccionó de la peor manera: le pegó un topetazo por la espalda que mandó a Morris al suelo.

Claro, los árbitros lo expulsaron. Aunque el escándalo no terminó allí porque los jugadores y planteles de ambos equipos se trenzaron en gritos, agarrones y discusiones.

La estrella de Miami, Jimmy Battler se sacó e invitó a pelear a Jokic. Seguramente la Liga tomará duras sanciones para los implicados en el escándalo, sobre todo para el pivot serbio.