El Club Esportiu Llança logró el ascenso a la Segunda División Regional de Cataluña el pasado domingo y los jugadores celebraron a lo grande en el vestuario con show de stripper incluido, contratado por un dirigente del club.

El responsable de contratar a la stripper fue Francesc Romero, quien de lo único que se arrepintió fue no haber pedido el permiso correspondiente al Ayuntamiento, ya que las instalaciones donde sucedió el episodio son municipales. "Sí que había alguna madre de los jugadores. El ambiente fue muy festivo y nadie se sobrepasó. Hubo cava, risas y alegría: ella hizo su espectáculo tranquilamente y al acabar se vistió y se fue. Todo con normalidad", declaró el dirigente, quien debió renunciar a su puesta por la polémica generada. 

Por otro lado, el club se encargó de emitir un comunicado pidiendo disculpas por lo sucedido "si se ha herido la sensibilidad de alguien", confirmado que la stripper fue "un regalo que hizo una persona" de carácter individual.