Los hinchas se ilusionaron y en la vereda de enfrente hubo hasta quienes sostuvieron que la Copa Diego Maradona estaba hecha a pedir de San Lorenzo. Es cierto que le tocó el grupo más sencillo, pero aún así no logró hacer pie y naufragó en la intrascendencia.

Con el 4 a 1 consumado por el Taladro no quedó mucho por hacer y Mariano Soso dio un paso al costado en otra pobre campaña del entrenador. Este lunes se hará oficial y se sabrá si es renuncia o despido.

Pero esto no sería más que una salida acostumbrada después de una mala temporada, si no fuera por las versiones de que en el vestuario hubo reclamos, quejas y peleas entre los jugadores. El eje de las discusiones fueron los hermanos Ángel y Oscar Romero quienes fueron acusados por sus compañeros de no comprometerse con el grupo y ser demasiado individualistas. El defensor juvenil Gattoni fue el primero que le enrostró a Ángel su falta de esfuerzo en la cancha, el tono de los reproches creció y hasta trascendió que Monetti les habría arrojado algunas trompadas.

Los paraguayos abandonaron el vestuario antes que sus compañeros y, aun con la ropa del partido, se fueron en un auto del staff de seguridad del club mientras el resto del equipo volvía en el micro que los había llevado al estadio Florencio Sola.