Era una final anticipada del campeonato y terminó en un pandemonio de gases lacrimógenos, palazos y disparos de balas de goma por la represión de la policía bonaerense contra los hinchas que pretendían entrar a las tribunas que ya estaban repletas.

En esa locura de agresión y violencia también recibieron su parte los periodistas que estaba fuera del estadio queriendo mostrar lo que ocurría, como este camarógrafo de TyC Sports al que un policía le apuntó sabiendo que estaba cumpliendo con su trabajo y no generando desmanes.