En una de las últimas fechas de la Liga española que el Barcelona ganó, le metió un 5-0 al Betis a domicilio. 

Tras el desparejo partido, Andrés Guardado, capitán de la selección mexicana en Rusia 2018, se cruzó con Messi en la mitad de cancha y le susurró algo.

Luego, la televisión local siguió al volante en los pasillos internos del vestuario hasta el vestuario visitante. Allí, espero al '10' del 'Barsa' para que se sacase una foto con su hijo de dos años. 

El diálogo y la sonrisa posterior cierran un tierno momento que pudieron capturar las cámaras.