Hay que felicitar a ambos equipos. A los ecuatorianos porque son los justos ganadores e hicieron un partido formidable. A los Sabaleros porque nunca bajaron los brazos tras ir cayendo 2 a 0 y errar un penal. Cuando faltaban dos para el final, los ecuatorianos tuvieron una contra que no desaprovecharon y metieron el tercero. 3 a 1 final.  

A los 43 minutos descontó Emmanuel Olivera, lo cual le dio ilusión al Sabalero, que pensó que el destino estuviera sentenciado en su contra, cuando un penal que no pareció (pero que el árbitro brasileño Raphael Claus ratificó a través del VAR), fue detenido por el arquero Pinos ante el remate del Pulga Rodríguez cuando se jugaban 10 minutos del complemento.

Luis León, de cabeza, abrió la cuenta cuando se jugaban 24 minutos y Jhon Sánchez, en un gran contragolpe, amplió la ventaja para el conjunto de Ecuador a los 42.

La final no tuvo un desarrollo normal. Como consecuencia de un diluvio que convirtió en una pileta el campo de juego, interrumpió por al menos media hora el partido, cuando se jugaban 30 minutos.