Con el chileno Vargas y el paraguayo Junior Alonso como compañeros, y Cuca como entrenador, el debut de Nacho Fernández no pudo haber sido mejor.

El Atlético Mineiro goleó al modesto Coimbra y Nacho se lució con un tanto de cabeza, un pase gol tras un tiro de esquina -fue el encargado de todas las pelotas paradas- y le cometieron un penal.

Además mostró sus características habituales, buen pase entre líneas, organización en la salida del equipo, pases gol que no aprovecharon sus compañeros, y el despliegue al que nos tiene acostumbrados.