La diez en la espalda y una zurda que se encarga de todas las pelotas paradas eran la carta de presentación al mundo de Tomislav Zmijavci, del NK Croacia, cuando se encargó del discutido penal cobrado en la ultima jugada del encuentro.

Zmijavci no desperdició el intento y logró que su extraña ejecución se viralice en el mundo, dada la extraña forma de prepararse y engañar al arquero cuando nadie lo esperaba.