Iban 22 minutos del primer tiempo y Pratto se paró en su área para defender la pelota parada en contra. Primero se tiró a los pies de un rival y hasta volteó a un compañero, y luego en la segunda jugada se tiró en palomita para despejar.

En el mismo instante un compañero de San Pablo, Hernanes, ensayó una volea para rechazar y le pegó un rodillazo en la cabeza.

Lucas quedó inconsciente y se retiró en ambulancia con un cuello ortopédico que inmoviliza la cervical, fue trasladado hasta un hospital y quedó en observación.

Este lunes, el club informó que el jugador está fuera de riesgo, que tuvo “una evolución favorable”, y subió este mensaje a las redes. 

Ah, San Pablo ganó 4 a 2 el clásico paulista por el Brasileirao, y sigue zona de descenso.