Iban 45 minutos y se estaban por jugar cinco más de descuento, cuando el jugador de Riestra Leandro Freyre ingresó al campo de juego, luego se sumaron otros hinchas y obligaron a detener la final. La tensión se apoderó de todos: algunos jugadores de Comunicaciones intentaron agredir a Freyre, mientras otros hinchas se sumaban.

Finalmente el árbitro Paulo Vigliano decidió la suspensión definitiva del partido. Los jugadores de Riestra festejaron como si ya hubieran conseguido el ascenso, aunque resta ver qué hará el Tribunal de Disciplina.

En diálogo con Olé, Leandro Freyre, quien no había sido convocado para el partido, trató de justificar su actitud. Aseguró que ingresó a la cancha a festejar pensando que ya se había terminado el partido (algo muy difícil de creer con las imágenes que transmitió la televisión).

Además de la situación puntual de Freyre, el jugador de Comunicaciones Agustín Cattaneo denunció en instagram que fueron los jugadores de Riestra los que promovieron la invasión. Pero aseguró además que durante la semana el plantel había sufrido amenazas de muerte. Agregó que las áreas de la cancha fueron agrandadas "para que les cobren penales y lo hicieron", en alusión al primer tanto del local, que llegó tras una falta inexistente. También afirmó que en el segundo tiempo "pusieron pelotas viejas y desinfladas" para que no se pudiera jugar con normalidad.

Habrá que esperar para ver la decisión final de la Justicia deportiva. Pero lo que se puede afirmar con absoluta certeza a esta altura es que el fútbol argentino sumó un nuevo bochorno.