Javier Mascherano pasó unos días descansando en León, México, donde aprovechó para brindar unas charlas con estudiantes. En una de ellas, un pequeño se emocionó hasta las lágrimas, y el ‘jefecito’ lo consoló.

El niño lo escuchaba con detenimiento, hasta que se quebró. Cuando Masche advirtió que el nene lloraba, lo llamó a que se acerque, y le dio un fuerte abrazo para intentar tranquilizarlo.

Fue en una charla que duró unos 40 minutos y donde participaron niños y jóvenes que le preguntaron al subcapitán de la Selección argentina sobre su experiencia en el fútbol y sobre su formación.