Estos hechos son recordados por quienes estuvieron presentes pero también por aquellos que los ven en las redes sociales, en especial cuando hay nenes involucrados.

Leo Messi volvió a mostrar su buena onda, y se abrazó con un chico brasileño que saltó las vallas y los controles de seguridad sólo para sacarse una selfie con su ídolo.

Cuando llegó a su lado, los custodios lo detuvieron pero el capitán del seleccionado les pidió que lo dejen y se sacó una foto con el hincha que pasó de largo la rivalidad entre los dos países para retratarse con su jugador más admirado.