En un partido de la copa de Argelia ocurrió una de las acciones estúpidas que se recuerdan en el fútbol.

Un atacante pateó pésimamente, la pelota cayó del cielo con un raro efecto y engañó al arquero en el pique. Acto siguiente, un delantero llegó para empujarla al gol pero su remate fue tan lento que un defensor llegó a tiempo para sacarla.

Sin embargo, torpe e increíblemente, este le erró a la pelota y le dejó servido el gol a otro punta que sólo tuvo que empujarla.

¿Profesionales? ¡Peor que los pre-infantiles!