Martyna debía enfrentarse a la húngara Szofi Ozbas pero antes de comenzar la pelea tuvo que someterse a este ultraje por parte de su entrenador que forma parte de una especie de ritual.

Obviamente la práctica recibió miles de críticas desde las redes sociales y hasta burlas ya que Martyna a pesar de haber sido sacudida y abofeteada perdió su pelea.