Cuando Canelo Álvarez pudo por fin conectar a Caleb Plant lo derribó dos veces y el MGM Grand Hotel de Las Vegas se convirtió en una sucursal del manicomio, como les gusta decir a los pintorescos relatores mexicanos de ESPN que vivieron el combate como una fiesta patria.

Así el oriundo de Jalisco se convirtió en el primer latinoamericano en ser monarca absoluto de una división ya que poseía los cetros del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y con el triunfo le quitó a su rival el restante de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

La pelea era muy pareja ya que Plant mostraba su boxeo elusivo y tendiente a evitar los cruces directos y apoyándose en su jab de izquierda lograba tener al Canelo lejos. Además su complicada guardia -muy perfilada y con la cabeza lejos de la derecha del mexicano- le permitía no sufrir la pelea aunque iba abajo en las tarjetas. Pero en el arranque del onceavo round todo terminó.

Con solo 30 segundos, un gancho de izquierda entró en la guardia del estadounidense que perdió estabilidad y cayó de rodillas, y aunque logró reincorporarse y el árbitro le dio el pase Álvarez fue por la presa y terminó la contienda.

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