Richarlison, delantero de la Selección de Brasil, decidió llevar en la piel para el resto de su vida a sus ídolos. El atacante del Tottenham se tatuó en su espalda una enorme imagen con las caras de Ronaldo Nazario y Neymar. 

Además, junto a los rostros de los tres futbolistas, se ve la imagen de un niño de espaldas que lleva la camiseta del propio Richarlison y una bandera de Brasil. Todo con una favela de fondo y una frase que le dijo Pelé. "Hiciste sonreír a Brasil", dice su cuerpo para siempre.