La copa que no se toca hasta ganarla como hizo la Argentina en dos oportunidades ya está en juego. Esta vez desde un país sin tradición futbolística pero con mucho dinero como para organizar el evento.

La forma, el brillo y el color dorado de esta copa la hacen sin duda la más linda y preciada del Mundo y ya comenzó la competencia para lograr hacerse de ese trofeo y la esperanza de cada uno de los países que participan.

El encargado de presentar la Copa fue el ex futbolista Marcel Desailly, campeón en Francia en 1998, quien si tiene permitido tocarla por haberla ganado y la guardó en el cofre que confeccionó Louis Vutton hasta la finalización de la Copa del Mundo.