El penal a Deyna, el mano a mano contra Gil en el dramático cruce con Brasil, las tapadas en la final contra Holanda, Ubaldo Fillol fue clave en la obtención de la primera Copa del Mundo para el seleccionado albiceleste.

Los que peinan canas y lo vieron atajar lo consideran entre los más grandes en su puesto y es una palabra largamente autorizada para hablar de lo que significa la selección y los secretos del arco.

Fue tan decisivo como lo fue el Dibu Martínez en Qatar, y su buzo verde con el número cinco en la espalda -caprichosamente Mente los puso en orden alfabético- se repitió en miles de nenes que querían imitarlo.

Este domingo, en el Monumental, tendrá una nueva oportunidad de recibir una ovación.