Hay veces que los panelistas de los programas se olvidan que están al aire. Son tan pobres los contenidos que dependen del escándalo que provocan los periodistas o exjugadores para levantar el rating.

Eso hace que algunos se olviden que hay cámaras prendidas registrando lo que dicen y se lanzan acusaciones sin fundamente o con argumentos que sólo se podrían usar entre cuatro paredes.

El Cai Aimar fue levantando presión sin que mediara ninguna razón poderosa para que esto ocurriera y castigó al Pollo Vignolo sin sentido.