La imagen del gol lo deja expuesto, a pesar de que Enzo Fernández jugó un buen partido. Pero la corrida velocísima de Adeyemi fue demasiado para el mediocampista del seleccionado argentino, poco habituado y sin la velocidad final suficiente para bancarse solo media cancha en un mano a mano con un delantero escurridizo.

Borussia Dortmund y Chelsea jugaron un partido típico de Champions League, con pocas llegadas y un movimiento de pelota constante. Estaba para cualquier y fue para los amarillos.

Los azules salieron heridos pero todavía están con vida para la revancha.