El deporte es así. Las grandes victorias que dan felicidad a un pueblo (y al mundo) entero, tienen su contrapartida en el gran dolor del derrotado.

Es el caso de Kolo Muani, el delantero francés que falló el gol en el final del partido que le hubiera valido a Francia el 4-3 y, seguramente el Mundial.

Pero Dibu Martínez realizó una estirada imposible gracias a la que mantuvo a la selección en partido.

“Todavía me acuerdo de esa jugada, me la sé de memoria. La tendré en la garganta para toda la vida”, dijo el jugador entre lágrimas.