Luego de la particular noche que vivió el jueves ante Vélez en la Bombonera, Mauro Zárate rompió el silencio sobre su desaforado grito de gol y sus chicanas postpartido, y se justificó por los silbidos e insultos que recibió en la ida en Liniers.

“Lo que me hicieron en el Amalfitani no me lo olvido”, sostuvo el delantero en un mensaje que envió al programa Perros de la Calle y que leyeron al aire.

En este sentido, Zárate agregó: "Volví para pelear el descenso cuando nadie quería volver y yo llamaba a todos, uno por uno para ver si querían regresar; aparte de dejar 28 millones de dólares con mis ventas".