Tras quedar afuera en primera ronda del Mundial de Rusia, a Son únicamente le quedaba la chance de ganar los Juegos Asiáticos para 'zafar' del Servicio Militar obligatorio que tienen que realizar todos los surcoreanos.

En caso de tener que hacer la colimna, Son iba a perder dos años de su carrera deportiva. 

Sin embargo, regresó con una sonrisa de oreja a oreja al Tottenham inglés, portando su medalla dorada, y recibió una calurosa bienvenida por parte de todos sus compañeros.