Ya lo pregonaba el Pato Pastoriza cuando Independiente era el 'Orgullo nacional' y de la mano de Ricardo Bochini era capaz de las hazañas más increíbles.

El Pato sostenía que antes de armar un buen equipo había que armar un buen grupo, y para eso realizaba unos infaltables asados que servían para generar camaradería y unir a los jugadores.

En Italia todavía hay muchos que mantienen esa escuela y el Inter es una muestra de eso, por eso Lautaro Martínez y Joaquín Correa fueron los encargados de servir un asado típicamente argentino.