Con lo tenía más a mano Yamil Peralta le hizo frente a la pandemia. Al no poder entrenarse en un gimnasio usó el patio de su casa para mantenerse en ritmo y no perder la tonicidad.

Para eso le sirvieron botellas de gaseosa llenas de cemento y hasta una llanta de goma para entrenar al más puro estilo Rocky.

Cuando los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se postergaron, el representante argentino en los Juegos de 2012 y 2016 buscó un trabajo como recolector de basura que le permitió llegar a fin de mes hasta que vuelvan a realizarse combates.