La decimonovena jornada de la Championship, la segunda categoría del fútbol inglés, dejó un hecho insólito. Jugaban el Sheffield Wednesday y Preston North End, cuando dos jugadores de este último comenzaron a pelearse tras haber desperdiciado una jugada de gol cuando faltaba poco para que terminara el partido, que les podría haber dado el empate -iban perdiendo 2 a 1-.

Todo comenzó cuando Eoin Doyle se enojó con su compañero Jermaine Beckford por no habérsela pasado antes y, en su lugar, abrirla para un costado. La discusión pasó a mayores hasta tal punto de empujarse bruscamente, momento en que el árbitro decidió separarlos y expulsar a ambos.

Por supuesto que esto despertó la ira del entrenador de Preston North, Simon Garyson, quien calificó a la acción de “absolutamente vergonzosa”. Al finalizar el encuentro, el DT aseguró que habló con los jugadores en el vestuario y se mostraron arrepentidos. “Algo como esto nunca debería ocurrir en un partido profesional. No me gusta criticar a mis jugadores en público, pero esto se puede esperar en el patio de un colegio entre chicos de cuatro y cinco años, no entre dos profesionales que llevan tanto tiempo jugando”, concluyó.