Diego, ya contratado por FIFA y varias estados orientales para promover el fútbol en sus países, se puede presentar como embajador del fútbol mundial. Y su compromiso con el fútbol, no es otro que el de la excelencia, el de acariciar la pelota para ubicarla donde se lo pidan.

Junto al cordobés Pablo Aimar, Maradona participó de un mini fútbol con profesionales locales -incluso tirando el puñetazo goleador, emulando aquella proeza de 1986- y después, se animó a patear en un concurso de precisión y dejó en claro que sigue teniendo ese halo de grandeza en su zurda.