Nota de ABC España

Hay una canción en Argentina que dice que la pelota siempre al diez, que él obrará el milagro. A sus 58 años, Maradona tendrá que volver a hacerlo, ahora en el banquillo de Gimnasia. Cualquiera podría pensar que su actual estado de salud, lejos de ser el idóneo, le habría retirado, pero no ha sido así. Hace una semana fue recibido en su país como el ídolo que siempre será. Se presentó ante treinta y mil personas en el primer entrenamiento de su nuevo equipo. Llegó al césped con cojera -fruto de una operación reciente- y mostró su lado más canchero, con gritos indescifrables que sirvieron, eso sí, para arengar a las masas. En las calles, como se espera en las gradas hoy, reinó la locura. «Yo no prometo nada, no soy mago», dijo Maradona. Sin embargo, el club registró 1.500 aficionados nuevos el primer día y ha despertado un interés mundial inaudito en su historia.

El reto que tiene no es nada desdeñable, pues Gimnasia marcha colista de la Superliga. Hoy debuta ante Racing, el último equipo al que dirigió en su país y candidato a pelear por el título. Antes, en su presentación, ya hizo una declaración de intenciones: «No voy a faltar a ningún entrenamiento». El segundo día ya se había ausentado; aunque estaba justificado: «gestiones para terminar de cerrar su grupo de trabajo», explicó el club. Una anécdota.

Motivador nato

Su fichaje ha servido para evidenciar lo que significa Maradona en Argentina. «Se generó una revolución. Hacía mucho que no entrenaba aquí. Se ha empezado a cubrir a Gimnasia de una forma que antes no se hacía», explica Diego Paulich, periodista del diario «Olé». «En cuanto a lo futbolístico, está muy complicado. Tiene que hacer una campaña casi de campeón para poder salvarse», opina. Lo que es seguro es que Maradona sigue teniendo mucho de aquel chico que levantó a un país vestido de corto: se emociona al hablar de su madre, respira fútbol por los cuatro costados y es un motivador nato. El pasado domingo, en un entrenamiento ante una afición entregada, advirtió a sus jugadores: «Los quiero así, donde sea, que lo dejen todo. Esta gente lo merece. ¿Saben por qué? Hoy les falta para comer muchachos. Y vinieron a verme a mí y a ustedes». Ese fútbol bravo, populista, como de otra época, sigue vivo en él.

«Hablas con jugadores de Gimnasia y no se pueden creer que tengan a Maradona al lado»

Diego Paulich , Olé

La apuesta es arriesgada. Su carrera como entrenador es más bien discreta. Su última aventura fue en Dorados, un club de la segunda mexicana donde estuvo a punto de lograr el ascenso. Antes pasó por Emiratos Árabes. Su mayor reto fue el Mundial de Sudáfrica, cuando dirigió a la albiceleste, una aventura que tampoco cuajó. La cuestión, por tanto, es si Maradona es la persona indicada para enderezar el rumbo de un equipo a la deriva. «Es único para motivar. Hablas con jugadores de Gimnasia y no se pueden creer que tengan a Maradona al lado. Se ha rodeado de gente con experiencia que le ayuda. Nadie te asegura la salvación, pero Maradona te genera lo que nadie consigue: los socios, la prensa, la difusión...», dice Paulich.

«Maradona fue una contratación polémica, pero calló muchas bocas»

Fernando Beltrán , Jefe de prensa de Dorados

En México bien lo saben, pues un equipo como era Dorados, desconocido más allá de las fronteras del país, tuvo su espacio informativo en todo el mundo. Fernando Beltrán es el jefe de prensa del club y cuenta a ABC lo que supuso Maradona: «Llegó con humildad y despertó mucha ilusión. Fue una contratación polémica, pero calló muchas bocas. Aquí se sentía vivo». En vista de lo que él sabe, cree que Gimnasia ha acertado en su elección: «Es una situación parecida. Es un equipo en descenso que quiere salir. Aquí lo consiguió y llegamos a pelear hasta la final por el ascenso», añade.

Se trata, cuanto menos, de un entrenador atípico, algo que por otro lado parece inherente a Maradona. Desde que empezó su carrera en los banquillos en 1995 no se le conoce ningún gran mérito. Pese a ello, siempre aterriza en su nuevo club como si fuera el mejor de todos los tiempos, honor que muchos sí le otorgan por su época como futbolista. Ahora tiene una oportunidad para la revancha, para demostrar en un club de su Argentina el reconocimiento como técnico que aún se le resiste.

Su trayectoria en los banquillos

1. Deportivo Mandiyú (94-95)

Apenas duró un par de meses. Dirigió 12 partidos (1V, 6E, 5D).

2. Racing Club (95-96)

Solo estuvo 4 meses en el cargo, durante 12 partidos (2V, 6E, 3D).

3. Selección argentina (2008-10)

Su gran reto. Fue el entreandor durante el Mundial, donde les eliminó Alemania (4-0). En total estuvo 24 partidos (18V, 0E, 6D).

4. Emiratos Árabes Unidos (11-18)

En la 11-12, al Al-Wasl 23 partidos (11V, 3E, 9D). En 17-18, al Al-Fujairah 11 citas (7V, 3E, 1D).

5. Dorados de Sinaloa (18-19)

Logró pelear por el ascenso. Dirigió en 35 partidos (18V, 10E, 7D).