Era todo color de rosas para Racing. Faltando cinco minutos para el final ganaba 3-1 a Patronato y lograba así su décima victoria consecutiva. La cifra más alta alcanzada alguna vez en el profesionalismo para el club de Avellaneda. 

Y en el medio de todo ese festejo, Edwin Cardona cometió un error fatal. Orban recuperó una pelota en defensa y, para salir limpio jugando, se la pasó al colombiano que estaba en la línea de fondo y dentro de la propia área. 

Con tres opciones de pasa y la posibilidad de revolearla, el enganche por el que Racing pagó 3.5 millones de dólares por el 50% del pase, se la dio a un jugador de Patronato en el punto del penal, que sin dudar facturó el 2-3.

A los pocos segundos el árbitro benefició al conjunto local, echó a Orban por un jugada que debió ser anulada y el tiro libre pudo ser el empate. Por suerte para la parcialidad racinguista, y para Edwin sobre todo, el pitido final dio como ganador nuevamente a Racing. Zafaste Cardona.