“Me lesioné dos días antes de Países Bajos, en un reducido. Cuando Messi se enteró de la lesión me dijo ‘no arriesgues, yo te prometo que te voy a llevar a semifinales’. No me lo dijo como capitán, sino como hermano mayor”, contó Rodrigo De Paul sobre el momento personal más difícil que vivió durante el Mundial de Qatar. 

El campeón del Mundo, estandarte de la Scaloneta, reveló cómo se lesionó, qué habló con el médico y Lionel Scaloni. Además, contó detalles de la charla con su novia Tini y qué le dijo Lionel Messi la noche anterior al partido clave por los cuartos de final.  

En diálogo con Fox Sports. “Voy con el médico, me hago una ecografía y a la mañana siguiente me dice de hacer una resonancia. 'Resonancia no, ahí me vas a ver algo'. A la mañana siguiente me hago otra ecografía y el médico me dice 'tenés 10 días'. Yo sé que sos cabeza dura, que querés probar pero hay un 80% que te rompas y te pierdas todo el Mundial. Algo el músculo tiene. 'Quiero ir probando, lo único que (te pido) no le des al técnico ninguna información que me pueda complicar'”.  

Su primera charla con Scaloni

"Le pido a Leo, que ya tengo confianza con el técnico, yo lo único que te pido -para que no se genere un teléfono descompuesto- es que a mí me dejes decidir. Si estoy para jugar o no, yo te juro que si no estoy para jugar te voy a decir la verdad. 'Quédate tranquilo, que vos vas a definir si estás para jugar o no', me dice. A la tarde yo no salgo a entrenar -era a puertas cerradas- y se filtra que estaba lesionado, ahí hubo un quilombo. Porque adentro muy pocos lo saben para que salga una información así". 

El pedido y promesa de Messi

"Ese día tenía que hacer unas carreras derecho despacito y siento un dolor. Me preguntan y digo 'bien'. En general sentía que me perdía lo que quedaba del Mundial, voy a la habitación de Messi y me dice ‘Rodri, no juegues boludo’. Y yo le digo que no, que podía ser el último partido del Mundial, yo tengo fe de que vamos a pasar los cuartos de final, capaz que es el último partido que yo puedo jugar en un Mundial, yo no sé si en cuatro años me van a volver a convocar. 'Yo te prometo que te voy a llevar a semifinales, no arriesgues, lo más probables es que quedes afuera'. Que él me diga así... es fuerte. No quería llevarle la contra a Messi, no me lo dice del lado de capitán sino como hermano mayor". 

Una voz en el teléfono: Tini 

“Yo no quería hablar con nadie, mis papás estaban preocupados y la llamo a Tini y ella no sabe lo que vale un gol, se empezó a empapar más con el fútbol conmigo. Le digo que no sé qué hacer, si jugar o no y era la única que me daba una opinión fuera de lo futbolístico, entonces eso a mí me sacaba un poco de presión, de responsabilidad, porque me dejaba definir a mí. Ella me decía 'cómo te sentís' y yo le decía 'no sé , no sé, cómo me siento, no sé qué tengo que hacer, no si voy a poder correr rápido, si voy a poder patear, no sé nada' y para mí era ese partido. 'Hace lo que vos sientas, yo te voy a apoyar, quédate tranquilo, lo que vos hagas será lo mejor. Lo que decidís con el corazón está bien. Eso me dijo, decidí con el corazón. Al otro día me desperté y dije 'voy a jugar', ya está, decidí”.

La mañana del partido, el profe y Scaloni 

"A la mañana, viene el PF y tira el corpiño con el GPS y me dice que tenés que ir a la cancha a probar y yo no podía probar pero bueno. Voy a la cancha, hago los primeros tres piques, me duele. Era un dolor que podía soportar pero en realidad lo que más miedo me daba es que me podía romper, en un momento hice un click y digo 'si me rompo bueno, lo intenté. Corrí cuatro veces fuerte, no me pasó nada, después hicimos como unos pases que yo -como un poco me dolía- hacía que se me iba larga para que me quede más cerca el pase"

"Al mediodía me llama el técnico (Scaloni) y me pregunta como estaba. Le digo bien, que ni me dolía. '¿Qué fue? ¿Un milagro?'. No Leo, no me duele. El me quiere y me dice 'si tengo que a los 10 minutos te tengo que matar' y yo 'bueno, te entiendo pero me siento bien'. 'Bueno, vas a jugar' y bueno, a la tarde me dolió pero no pasó nada. A la noche cuando me iba a acostar, tenía la incertidumbre esa de no saber si vas a jugar, si te perdes lo que queda del Mundial. Te vas a acostar con una angustia, llorando, esperando que pase un milagro que sabes que no va a pasar".