El clima hostil se vive en Rosario luego de la polémica final entre ambos equipos de la Copa Argentina, en la que el árbitro Diego Ceballos perjudicó con sus fallos a Central, generó una protección especial para los recientes campeones.

Ante posibles represalias contra el plantel "Xeneize" se tomaron medidas extremas para el arribo del equipo que conduce Rodolfo Arruabarrena que este domingo cerrará el torneo ante los de Eduardo Coudet en el "Gigante de Arroyito".

Los jugadores visitantes llegaron a al centro de Rosario pasadas las 17hs del sábado y se instaló en el hotel Ros Tower. Allí lo esperaban unos 50 policías y un fuerte vallado para evitar cualquier tipo de incidente.

En San Nicolás, el plantel de Boca había cambiado de micro. Se trasladaban en uno de dos pisos, con el que habían partido desde Buenos Aires, y lo modificaron por uno de un piso con vidrios polarizados y antivandálicos.

También en la ruta, a la altura de Circunvalación, cortaron el tránsito para que pasara el ómnibus.

Por otra parte, habló el jefe de Seguridad de Rosario Central y confirmó que no se acreditarán a periodistas partidarios de Boca. Además, ratificó que se hará un ingreso al Gigante de Arroyito por una vía alternativa para que la delegación que llegó desde Buenos Aires (sin el presidente Daniel Angelici y con apenas tres directivos) no tenga contacto con el público local.