Ya pasó el tiempo de las compras directas que rompían el mercado. Puede quedar alguna, en cómodas cuotas como cuando River rompió la billetera y compró a Pratto. Pero ahora el que decide es el jugador. Lo que importa es cuándo se queda con el pase en su poder para decidir incorporarse a otro equipo o si acepta una renovación con el club. Porque pagar las clausulas de recisión es algo prohibitivo.

Edinson Cavani está finalizando su vínculo con el Manchester United y tiene que resolver su futuro, si quedarse jugando en la elite del fútbol mundial -tiene oferta de renovación de los Diablos Rojos, e interés por contar con él por otros grandes de Europa- o volver a sudamérica. Si es la segunda opción Boca pica en punta aunque en el último tiempo el poderoso mercado brasileño también fantasea con incoroporarlo.