Los hinchas de Boca no ganan para disgustos. Cuando parecía que tendrían una noche apacible, disfrutando del debut esperado de Daniele De Rossi, aparecieron los fantasmas. La defensa se durmió una siesta, Junior Alonso confirmó la desconfianzas y el Burrito Martinez (pocos delanteros con tan poco gol, lo que marca que cuando las cosas no salen todo viene torcido) anotó el empate.

Los penales llevaron a la derrota y a las críticas implacables como la de Martín Costa.