El sábado por la mañana Abel Braga entrenaba al plantel de Fluminense, junto a Flamengo, uno de los dos grandes equipos de Brasil.

Le avisaron que Joao Pedro, su hijo de 19 años, había fallecido en la mañana luego de que el joven se cayera por una de las ventanas del departamento que la familia tiene en la zona de Leblon, en Río de Janeiro. 

El club decretó tres días de duelo, y al partido siguiente, este fue el recibimiento de los hinchas del 'Flu'.